De acuerdo
con la prensa mundial, con especialistas y con diversos entes económicos, el
fin de la crisis está a la vuelta de la esquina. “En 2014 el mundo terminará de
salir de la prolongada crisis que estalló en 2008, pero aún no se divisa con
claridad el horizonte de la recuperación económica del planeta”, señalan las
investigaciones de la mayoría de los expertos e institutos de previsión. Por su
parte, la OCDE) destacó que México podría crecer 3.8 por ciento este
año y hasta 4.3 por ciento en 2015, aunque advirtió que los resultados plenos
se verán en un plazo de entre 12 y 36 meses.
Algo parecido ocurre a nivel individual: si dejamos de trabajar con ahínco, si nos desbordamos en excesos, si dejamos de ahorrar, si descuidamos nuestro patrimonio y a nuestros seres queridos, si olvidamos pagar nuestros seguros y compromisos, y si encontramos mesura en el camino, enfrentaremos con algo más que dignidad el coletazo del huracán que viene. No hay que olvidar que las crisis siempre se llevan a mucha gente entre las patas; resisten los que las tienen mejor plantadas en la tierra.
Sin duda son
noticias alentadoras para todos, pero no hay que echar las campanas al vuelo, pues
aún existen muchas piedras en el camino como para aflojar el paso. El
economista Nouriel Roubini advirtió sobre la reaparición de burbujas
inmobiliarias en Suiza, Suecia, Noruega, Finlandia, Francia, Alemania, Canadá,
Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Hong Kong, Singapur, China e Israel,
Turquía, la India, Indonesia y Brasil; por su parte, el nuevo premio Nobel de
economía Robert Schiller avisó contra el riesgo que presentan ciertas burbujas
-entre las cuales menciona a Colombia- y la creciente especulación financiera,
que está recalentando los mercados en todo el mundo. Además, la fuerte
inestabilidad de las tasas de cambio de las principales monedas internacionales
puede complicarse peligrosamente si los bancos centrales adoptan políticas
divergentes; además hay un largo etcétera –que involucra temas sociales,
políticos, religiosos y de otras índoles- que sería ocioso reproducir en este
espacio.
Son datos
contradictorios que ofrecen panoramas contradictorios, que podrían desaparecer en un instante -ante un nuevo crack, por ejemplo- o significar poco para mucha gente. Por eso, los especialistas
coinciden en que lo realmente importante en este momento –tal vez sólo un remanso en la tormenta- es tomar conciencia de que esta situación de
bonanza podría durar muy poco tiempo, en particular si nuestra civilización se
empeña en cometer los mismos errores. Aseguran que, eventualmente, es primordial tomar
las medidas necesarias para encontrar una estabilidad económica y financiera
perdurable en el mundo. Algo parecido ocurre a nivel individual: si dejamos de trabajar con ahínco, si nos desbordamos en excesos, si dejamos de ahorrar, si descuidamos nuestro patrimonio y a nuestros seres queridos, si olvidamos pagar nuestros seguros y compromisos, y si encontramos mesura en el camino, enfrentaremos con algo más que dignidad el coletazo del huracán que viene. No hay que olvidar que las crisis siempre se llevan a mucha gente entre las patas; resisten los que las tienen mejor plantadas en la tierra.
Y si
–contrariamente a las anteriores previsiones- no se presenta este fenómeno, y no llega la
mega crisis que tanto temen los más pesimistas, y las convulsiones financieras se
quedan en el pasado, bueno, también ganamos, pues estaremos fortalecidos de
cara al futuro, venga lo que venga y nada nos agarrará de sorpresa.
SALUDOS, QUE
TENGAN UN EXCELENTE AÑO.
Ma. CARMEN
BLANCA CARRASCO
ASESOR DE
SEGUROS