Los seguros son instrumentos útiles para todos, incluso cuando no hay suficiente dinero o cuando se atraviesa una crisis económica. Aunque usted no lo crea.
Por un lado, la necesidad sigue siendo evidente, tal como sucedía hace 10 años. Tal vez ahora es más acuciante, pues miles de personas han salido del sistema de seguridad social gubernamental, sin sustituir los servicios de salud con nada más que una consulta rápida y barata en consultorios baratos. Si consideramos los últimos datos oficiales, 60 por ciento de la población no cuenta con seguridad social, y si tomamos en cuenta que el médico de barrio es prácticamente cosa del pasado, entonces nos queda una enorme cantidad de gente con servicios médicos insuficientes, cuanto menos.
Asimismo, ante la adversidad económica, dicen los expertos, diversidad y prenvención. Los seguros te dan ambas cosas: Por un lado te permiten diversificar inversiones y generar un considerable ahorro y, por otro, proteger el patrimonio familiar, incluida la salud, sin olvidar casa, autos y negocio. En este contexto, no hay que olvidarlo, está el retiro, ese fantasma que inevitablemente planea sobre todos nosotros para exigirnos cuentas, algún día.
Ante los mejores argumentos, ante una necesidad evidente, el dinero es la primera y última dificultad que la gente pone para negarse a contratar seguros. Incluso lo hace aún sabiendo que en muchas ocsiones está decidiendo guardar para gastos superfluos que invertir en prevenir riesgos a futuro.
El problema viene después, siempre después, cuando hay un choque, cuando se sufre unrobo, cuando se tiene un accidente o se contrae una enferemedad de consideración: Luego uno se tiene que enfrentar con esos gastos imprevistos solo, sin otro remedio más que pedir prestado. La salud es evidente, pues las cuentas médicas son cada vez más caras y resultan una carga difícil de soportar para cualquiera que no esté preparado para enfrentar gastos de tal envergadura; otro ejemplo es el ahorro para el retiro, que no funciona igual si se comienza tarde (te podría quedar apenas 22 y 30 por ciento de tu último salario si no te pones listo a tiempo, una cantidad a todas luces insuficiente...).
Y todo porque es creencia popular en este país que el ahorro es imposible si no eres rico o algo así, o que los seguros son gastos inútiles, o que el ahorro para el retiro es responsabilidad de alguien más, ideas que permanecen en nuestra sociedad y que perjudican no sólo a la gente que no considera tales herramientas para sí mismo, dejando sin protección familia, vida, salud y patrimonio, perjudicando incluso a la nación en su conjunto.
Estamos en una era que nos permite garantizar el producto de nuestro esfuerzo mediante contratos legalmente establecidos. Para eso son y es del interés de compañias y agentes que existan alternativas para todos.
Ahora lo más importante es entender que no existen impedimentos -más allá de aquellos que tienen que ver con la voluntad, o con creencias- para adquirir seguros de calidad sin dejar todo el presupuesto familiar en el intento.
Ahora es vital comprender que sxisten tantas y tan variadas opciones en el mercado que hay prácticamente para todos.
Basta con acudir a un Agente Profesional de Seguros Y Fianzas para encontrar la mejor alternativa para tí y tu familia. Llama o manda un correo para asesorarte.
Por un lado, la necesidad sigue siendo evidente, tal como sucedía hace 10 años. Tal vez ahora es más acuciante, pues miles de personas han salido del sistema de seguridad social gubernamental, sin sustituir los servicios de salud con nada más que una consulta rápida y barata en consultorios baratos. Si consideramos los últimos datos oficiales, 60 por ciento de la población no cuenta con seguridad social, y si tomamos en cuenta que el médico de barrio es prácticamente cosa del pasado, entonces nos queda una enorme cantidad de gente con servicios médicos insuficientes, cuanto menos.
Asimismo, ante la adversidad económica, dicen los expertos, diversidad y prenvención. Los seguros te dan ambas cosas: Por un lado te permiten diversificar inversiones y generar un considerable ahorro y, por otro, proteger el patrimonio familiar, incluida la salud, sin olvidar casa, autos y negocio. En este contexto, no hay que olvidarlo, está el retiro, ese fantasma que inevitablemente planea sobre todos nosotros para exigirnos cuentas, algún día.
Ante los mejores argumentos, ante una necesidad evidente, el dinero es la primera y última dificultad que la gente pone para negarse a contratar seguros. Incluso lo hace aún sabiendo que en muchas ocsiones está decidiendo guardar para gastos superfluos que invertir en prevenir riesgos a futuro.
El problema viene después, siempre después, cuando hay un choque, cuando se sufre unrobo, cuando se tiene un accidente o se contrae una enferemedad de consideración: Luego uno se tiene que enfrentar con esos gastos imprevistos solo, sin otro remedio más que pedir prestado. La salud es evidente, pues las cuentas médicas son cada vez más caras y resultan una carga difícil de soportar para cualquiera que no esté preparado para enfrentar gastos de tal envergadura; otro ejemplo es el ahorro para el retiro, que no funciona igual si se comienza tarde (te podría quedar apenas 22 y 30 por ciento de tu último salario si no te pones listo a tiempo, una cantidad a todas luces insuficiente...).
Y todo porque es creencia popular en este país que el ahorro es imposible si no eres rico o algo así, o que los seguros son gastos inútiles, o que el ahorro para el retiro es responsabilidad de alguien más, ideas que permanecen en nuestra sociedad y que perjudican no sólo a la gente que no considera tales herramientas para sí mismo, dejando sin protección familia, vida, salud y patrimonio, perjudicando incluso a la nación en su conjunto.
Estamos en una era que nos permite garantizar el producto de nuestro esfuerzo mediante contratos legalmente establecidos. Para eso son y es del interés de compañias y agentes que existan alternativas para todos.
Ahora lo más importante es entender que no existen impedimentos -más allá de aquellos que tienen que ver con la voluntad, o con creencias- para adquirir seguros de calidad sin dejar todo el presupuesto familiar en el intento.
Ahora es vital comprender que sxisten tantas y tan variadas opciones en el mercado que hay prácticamente para todos.
Basta con acudir a un Agente Profesional de Seguros Y Fianzas para encontrar la mejor alternativa para tí y tu familia. Llama o manda un correo para asesorarte.