

El panorama es desalentador. De acuerdo con expertos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en la última década el promedio de escolaridad del país es de 8.5 años, es decir, apenas de secundaria. Esto ha provocado que el sistema educativo mexicano sea un lastre y no un motor social, económico, cultural, como debería.


Sin duda: Urge impulsar una reforma educativa. Pero necesitamos una legislación que permita incrementar el número de estudiantes de nivel profesional y que fomente la excelencia en todas las áreas del saber humano, para beneficio de la sociedad mexicana y no sólo de unos pocos. Ayudaría también fomentar una cultura financiera para generar un ahorro que permita solventar ese tipo gastos. Después de todo, los buenos hábitos sirven siempre para compensar carencias tan profundas como las presenta el sistema educativo nacional. ¿QUÉ OPINAS? ME INTERESA SABER TU OPINIÓN, TE ESPERO EN MI CORREO.
TE DESEO UN MES DE NOVIEMBRE LLENO DE LOGROS Y SALUD
SALUDOS
Ma. CARMEN BLANCA CARRASCO