Si miramos la oferta de instituciones de educación superior, a primera vista es inspiradora: existe un gran número de ellas, concentradas sobre todo en el centro del país, en particular en la capital mexicana. Sin embargo, algo no funciona bien y lejos de convertirse en un país preparado, por el contrario México destaca ya mundialmente por la cantidad de ninis registrados en toda la nación, que ni estudian ni trabajan, masa que no tiene más remedio que sobrevivir como puede mientras ve cómo se van sus oportunidades para estudiar y realizar sus sueños.
Las fallas del sistema educativo mexicano son evidentes. La educación pública es insuficiente, pues pocos jóvenes alcanzan un lugar. Por otra parte, las universidades privadas más baratas llegan a costar hasta 100 mil pesos anualmente, una cantidad de dinero que tienen pocas familias (un estudio realizado por la aseguradora AXA señala que 31 por ciento de las personas que tienen hijos en edad escolar no cuentan con ningún tipo de ahorro para solventar su educación; otra investigación destaca que sólo 13 de cada 100 estudiantes terminan la carrera). Además, la calidad de la educación de muchas de las instituciones mencionadas es deficiente.
El panorama es desalentador. De acuerdo con expertos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en la última década el promedio de escolaridad del país es de 8.5 años, es decir, apenas de secundaria. Esto ha provocado que el sistema educativo mexicano sea un lastre y no un motor social, económico, cultural, como debería.
Sin duda: Urge impulsar una reforma educativa. Pero necesitamos una legislación que permita incrementar el número de estudiantes de nivel profesional y que fomente la excelencia en todas las áreas del saber humano, para beneficio de la sociedad mexicana y no sólo de unos pocos. Ayudaría también fomentar una cultura financiera para generar un ahorro que permita solventar ese tipo gastos. Después de todo, los buenos hábitos sirven siempre para compensar carencias tan profundas como las presenta el sistema educativo nacional. ¿QUÉ OPINAS? ME INTERESA SABER TU OPINIÓN, TE ESPERO EN MI CORREO.
TE DESEO UN MES DE NOVIEMBRE LLENO DE LOGROS Y SALUD
SALUDOS
Ma. CARMEN BLANCA CARRASCO