Disponer libremente de nuestros bienes para heredarlos a la familia es un asunto de responsabilidad que nos beneficia más allá de la muerte. Para empezar, al hacerlo en pleno uso de nuestras facultades mentales, garantizamos la paz y la armonía en la familia cuando ya no estemos con ella. Además, uno tiene la certeza de que los bienes se repartirán tal como uno quiere, es decir, en qué forma y a quién o a quiénes se destinarán autos, casas, dinero y todo eso que uno posee al momento del fallecimiento. Por si fuera poco, tendremos tranquilidad de conciencia, cosa no menos importante que los puntos anteriores para vivir y morir en paz. Finalmente, permitirá a la familia seguir creciendo como una unidad, al no tener que pelear por los bienes de la cabeza familiar. Cuántas familias se desintegran luego de un deceso sorpresivo por no haber tenido la previsión de hacer el testamento a tiempo.
No lo dejes al azar: ahora es un excelente momento para tomar cartas en el asunto pues estamos en el Mes del Testamento, campaña lazada en toda la República Mexicana por la Secretaría de Gobernación para permitirle al ciudadano ordenar sus asuntos como se debe, con conciencia y libre y responsablemente.
¿No sabes dónde hacerlo? Nosotros te ayudamos. Mándanos un correo a carmenblancac@gmail.com y te damos respuesta a tus problemas.
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